Es el siglo X d.C, la Edad de Oro de los Vikingos, que para las víctimas de sus saqueos fueron bastantes menos dorados. Los eventos de Vinland Saga empiezan en un pequeño pueblo de islandia, Thors, que vive con su mujer y sus hijos, es obligado por un antiguo compañero de armas a regresar al frente.
A esta campaña militar se unirán varios de sus vecinos, así como su hijo Thorfinn, que pese a tener solo seis años se esconderá en el barco para unirse a la guerra y encontrar la gloria.
Thors, sin embargo, no tardará en descubrir que no existe perdón para los desertores y, cuando un grupo de piratas nórdicos a sueldo acabe con su vida, el pequeño Thorfinn decidirá perseguirles con un solo fin: matar al asesino de su padre a cualquier precio, aunque ello suponga colaborar con el mismo objetivo de su venganza.

Índice
- 1 Una ambientación muy cuidada y fiel a los eventos históricos de finales del siglo X y principios del XI d.C.
- 2 Dos principios y enfoques distintos en el manga y el anime de Vinland Saga
- 3 Una convicción en los ideales que, a algunos, puede parecerle excesiva
- 4 La acción de Vinland Saga y el síndrome de Dynasty Warriors
- 5 ¿Merece la pena ver o leer Vinland Saga?
Una ambientación muy cuidada y fiel a los eventos históricos de finales del siglo X y principios del XI d.C.
Uno de los aspectos que más me gusta de Vinland Saga, es lo cuidada que está la ambientación. Aspectos como la arquitectura, los ropajes y las armas, herramientas y utensilios están representados con detalle. También se muestra de forma bastante convincente los ideales, costumbres y la forma de vida y de pensar de este pueblo, mostrando sin maquillaje ni romanticismos la crueldad de la que los vikingos eran capaces.
Esta obra está dentro de una categoría llamada seinen, que tiene como un público objetivo más adulto, de 18 años en adelante. Lo cual permite a las obras de este género, como Vinland Saga o Berserk, ser más sangrientas y gráficas a la hora de mostrar la violencia.
Al igual que la fantasía oscura de Berserk, que menciono en mi entrada sobre animes de fantasía medieval, Vinland Saga no oculta lo común que era la violencia, incluida la sexual, en el medievo. Sin embargo, diría que lo hace con bastante clase: la obra te deja claro que es el caso, pero en ningún momento se muestra de forma explícita. Algo que yo, por lo menos, he agradecido bastante.
Donde Vinland Saga se toma más licencias, es a la hora de retratar a sus personajes. El capitán vikingo Askeladd, objetivo de la venganza de Thorfinn, es un personaje original, y no existen registros de que el protagonista, conocido por sus logros como explorador, participase en las guerras que hubo en suelo inglés en esos años.
También es notable el caso de Canuto, un personaje histórico muy importante de la historia danesa, que en sus primeras apariciones es mostrado como tímido, asustadizo y pusilánime, una actitud de la que no existen registros, pero cuya evolución a lo largo de la serie es, en mi opinión, bastante interesante.
Dos principios y enfoques distintos en el manga y el anime de Vinland Saga
Una de las cosas que más me sorprendió al empezar a leer el manga, es que los principios de ambas versiones son muy diferentes: el manga te lanza directo a la acción, mostrándote a un Thorfinn adolescente y que encarna todo aquello que su padre detestaba de los guerreros nórdicos, mientras que el anime te traslada, en sus tres primeros episodios, a la infancia del protagonista en Islandia, y pone un mayor foco en su padre.
Ninguno de los dos inicios, en realidad, es malo. Y entiendo que el autor decidiera empezar de una forma más explosiva, dada la feroz competencia que hay en esta industria para que no cancelen tu serie. Sin embargo, a mí me gustó más el comienzo del anime, más tranquilo y bucólico, que te da una referencia de cómo era la vida del protagonista y su familia, antes de hacer que todo arda.
A su vez, esto te ayuda a conocer la forma de pensar y los ideales de su padre, y contribuyo a que, a lo largo de toda la temporada, observase con bastante incomodidad cómo Thorfinn se convertía en todo lo que Thors detestaba del estilo de vida de su cultura.
Una convicción en los ideales que, a algunos, puede parecerle excesiva
Si bien podría recomendar esta serie, a cualquier persona que esté familiarizada y no le desagrade el anime, hay dos motivos que me impiden decir «mira, si te gusta Vikings, dale una oportunidad». Y uno de ellos es lo férreas que son, en ocasiones, las convicciones de sus personajes principales.
Un ejemplo de ello es Thors, con un ideario pacifista y que, cuando su barco es asaltado por dos embarcaciones piratas, derrotará a todos ellos sin matar a ninguno, sin importar lo complicada que pueda ser la situación. Pero también tienes la vengativa obsesión que consume a Thorfinn o la obsesión con los combates de Thorkell.
Como en muchas obras del género, los personajes son firmes, hasta extremos que pueden resultar irreales, y unos intensitos de cuidado. Esto da a la obra un gran dramatismo que, si bien a mí no me molesta, en ocasiones puede chocar con una obra que intenta recrear un momento histórico bastante concreto.
La acción de Vinland Saga y el síndrome de Dynasty Warriors
Si bien la ambientación de Vinland Saga está muy cuidada y es uno de los aspectos más destacados de la obra, esto a veces choca con los enfrentamientos entre los personajes principales de la obra, que a menudo realizan hazañas sobrehumanas, en pos de unos combates más trepidantes y visualmente atractivos.
No es raro que los personajes más importantes de la obra, como Thorfinn, Askeladd o Thorkell sean capaces de salir victoriosos en combates donde están en inferioridad numérica, siempre y cuando el enemigo sean soldados rasos. Un fenómeno que me gusta llamar síndrome de Dynasty Warriors, en honor a estos videojuegos donde te pones en los zapatos de grandes guerreros de la historia china y destruyes ejércitos enteros sin más ayuda que tu propia espada.
A mí esto me encanta. Al no estar limitadas por las capacidades físicas de un actor de carne y hueso, la animación permite combates mucho más dramáticos, ágiles e intensos, y una vez aceptas esta licencia de sus creadores, este tipo de escenas se disfrutan muchísimo.

¿Merece la pena ver o leer Vinland Saga?
A poco que estés familiarizado con el anime, diría que sí. No es una obra que se pueda recomendar a cualquier, por el hecho de haber disfrutado Vikings o The Last Kingdom, pero si las disfrutaste y te gusta el anime, es una apuesta segura.
La acción es trepidante, y está bien animada. Los personajes tienen un diseño más realista, con ropas y equipo bien documentados y apegados a la realidad: algo que se extiende a todos los demás aspectos de la ambientación.
Y, si bien la parte central de la primera temporada, más lenta y política, se puede hacer un poco más cuesta arriba, sus últimos episodios compensan sobradamente este descenso en el ritmo de la obra.
El personaje de Askeladd, que sirve de principal antagonista de Thorfinn es, además, un auténtico personajazo, de esos que empezarás odiando y que, si bien no te va a parecer mejor persona al terminar la temporada, se va a quedar en tu memoria bastante tiempo.
Si quieres ver la serie, la tienes disponible en Netflix y en Crunchyroll y si, por el contrario, prefieres leerla, puedes adquirir los volúmenes traducidos al español en Amazon a través de este enlace.