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Reseña de El ciclo del Eterno Emperador

Después de terminar la trilogía de Guardianes de la Ciudadela, Laura Gallego se puso manos a la obra con El ciclo del Eterno Emperador, del que ya te hablé en esta entrada, donde te recomendé libros autoconclusivos. Es, como la mayoría de las obras de esta autora, una novela de fantasía juvenil, pero un poco atípica. 

Sus dos protagonistas son Kelan y Vintanelalandali. Él es un muchacho criado en la periferia de Akidavia que recibe un castigo desmedido por algo que, en el fondo, no debería considerarse delito. Ella es la reencarnación del Eterno Emperador, cuyas distintas vidas han gobernado estas tierras desde hace milenios, y vive recluida tras los muros del palacio imperial. 

Pese a estos orígenes tan distintos, ambos protagonistas están destinados a cruzarse. Y no es spoiler, ¡lo pone en la contraportada!

Ficha técnica

  • Título del libro: El ciclo del Eterno Emperador
  • Autor(a): Laura Gallego
  • ISBN: 9788418483547
  • Número de páginas: 528 páginas
  • Fecha de publicación: 2021
  • Disponible en Amazon en varios formatos, incluído el digital.
Portada de El ciclo del Eterno Emperador, de Laura Gallego

Akidavia, la tierra gobernada por el Eterno Emperador

Hay pocas cosas más evocativas en una novela de fantasía que abrir un libro, y encontrarte un mapa de sus tierras. La versión de tapadura de El ciclo del Eterno Emperador tiene una, de un bonito azul oscuro, que muestra las distintas provincias de este imperio, denominadas según diferentes emociones y valores positivos: Armonía, Respeto, Lealtad…

En los bordes del mapa, en cambio, aparecen las llamadas “Tierras Incivilizadas”, los lugares a los que el poder del Eterno Emperador y sus huestes no han llegado todavía. 

A lo largo del libro, estas tierras son mencionadas varias veces. También se hace referencia a distintos lugares de Akidavia, lo cual te puede dejar un poquito con los dientes largos. 

Para templar tus expectativas, sin embargo, he de decir que la obra transcurre en un número de escenarios bastante más limitado. Y que el libro no se recrea demasiado en los viajes entre dos lugares diferentes. Lo cual no es malo, pero es una puntualización importante. 

El diario de Vintanelalandali en El ciclo del Eterno Emperador

Como ya te he dicho anteriormente, el libro está dividido entre el punto de vista de dos personajes, Kelan, que es quien recorre en mayor medida las tierras de Akidavia y te muestra cómo viven sus gentes, y Vintanelalandali, que permanece aislada en el castillo. 

Las partes de ella, sin embargo, no las lees “en directo”, al mismo tiempo que suceden, sino que son narradas en forma de diario. 

En estos capítulos, la tipografía del libro cambia, para asemejarse más a un texto escrito a mano y el estilo de la autora se adapta para asemejarse a lo que una persona escribiría en su diario personal. 

Me gustó mucho como, en varios momentos del libro, aparece texto tachado, o el hecho de que haya entradas del diario que terminan a mitad de frase, sin punto ni nada, mostrando que alguien la ha interrumpido. 

Reconozco, no obstante, que en algún momento se me hizo un poco pesado. El libro alterna un capítulo dedicado a Kelan, con un capítulo dedicado a una entrada del diario de Vintanelalandali, lo cual resulta excesivo, porque no había “chicha” como para dedicarle la mitad del libro. 

Y no es porque no pasen cosas interesantes en su trama: hay conspiraciones palaciegas, personajes que quieren manipular a la protagonista, pero como muchas de estas cosas se hacen a sus espaldas, no puedes leer sus planes y elucubraciones, vas tan a ciegas como ella. 

Escucha, ¿por qué Vintanelalandali? ¿No es un nombre muy largo? ¿De verdad te lo aprendiste?

Sí, es largo. No, no me lo he aprendido. Y, sí, tiene explicación. 

Un elemento bastante particular en la sociedad de El ciclo del Eterno Emperador, es que la longitud de un nombre muestra el estatus de esas persona. Los ciudadanos rasos tienen nombre de dos sílabas y, cuanto mayor es el cargo de una persona en Akidavia, más se añaden a su nombre. 

Lo cual, está bastante guay como idea. Pero yo soy malísimo memorizando nombre de longitud normal, así que imagínate aprenderte los nombres extralargos de la emperatriz y sus consejos. 

Una locura. 

En cualquier caso, esto no supone problema. La autora tuvo la picardía de que no se repitieran las dos primeras sílabas de esos nombres kilométricos, por lo que puedes saber quién está hablando sin memorizar el nombre entero. 

Una novela introspectiva y atípica

Si no es la primera vez que me lees, sabrás que a mí me gustan mucho las novelas que se salen de las historias típicas de fantasía. 

Me gustaron mucho, por ejemplo, la novela de Elantris de Brandon Sanderson y Colisión, de Ana Escudero portal, las cuales ya reseñé en esta web. También me encantó La Ladrona de Tomates, de la que hablo en mi entrada sobre historias de fantasía que se pueden leer en una tarde.

Al igual que estas, El ciclo del Eterno Emperador no es la típica novela de fantasía que te vas a encontrar, con sus viajes por tierras extrañas y sus numerosas escenas de acción, aunque las partes de Kelan tienen varios momentos así. 

Tampoco una ambientación y un worldbuilding especialmente denso, sino más bien utilitario, del cual aprenderemos, sobre todo, en las partes dedicadas a Vintanelalandali. 

El foco del libro son los pensamientos de los personajes, sus miedos y conflictos morales a lo largo de la historia: por un lado, están las inseguridades de Vintanelalandali, que no despierta los poderes asociados al Eterno Emperador y que se siente apartada de las cuestiones del reino. 

Por otro lado, están todos los problemas a los que se enfrenta Kelan a lo largo del libro, que no te desgloso por no incluir spoiler. Pero, a lo largo de sus capítulos, le van a pasar muchas cosas ¡y no todas ellas buenas!

¿Merece la pena leer El ciclo del Eterno Emperador?

Yo te diría que sí. Es una novela única, con un enfoque más introspectivo de lo habitual, y que difiere bastante de las obras más conocidas de Laura Gallego. Los personajes están bien dibujados y el estilo de la autora, como siempre, hace que la lectura sea fluida y las páginas pasan sin que apenas te des cuenta. 

Pero también es una novela imperfecta. 

Como ya expliqué más arriba, la parte del diario me resultó pesada y, en ocasiones, un poco repetitiva. Creo que el libro habría funcionado mejor si tuviese menos páginas, o si hubiera prestado más atención a ciertos temas por los que pasa de puntillas, como la esclavitud en Akidavia o la situación en las Tierras Incivilizadas. 

Si a ti también te gustan las novelas de fantasía atípicas es una buena recomendación. Pero si estás buscando un libro con el que conocer a Laura Gallego por primera vez, creo que no lo es tanto. La trilogía de Guardianes de la Ciudadela, que incluí en mi ebook gratuito La historia de la literatura fantástica en 15 novelas, me parece la mejor opción. 

Para ese ebook, intenté que hubiese variedad: hay obras de literatura juvenil, pero también otras para un público más adulto. De lo que menos hay es fantasía oscura, la verdad, porque no es un subgénero fantástico que nunca me ha atraído demasiado. Pa desgracias, uno ya tiene la vida.

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